LA SÉPTIMA VOLVER A REZAR:
EL DESENLACE
Voy a meterme rápido en
harina que no quiero que creáis (como ha pasado en mi casa) que me ha vuelto la fe de repente y me voy a hacer sacerdote (que no es que
se viva mal de cura como ya sabemos pero vamos, que no).
Lo de “volver a rezar” es una
tradición que se remonta a mis tiempos
de obra (de trabajar a pie de obra, el opus me llama menos aún). Dicen que rezar, resumiendo, es hablar con Dios, la
Virgen, los Santos o al menos mentarlos (creo que ya sabéis por donde voy).
El caso es que es una costumbre de la
que jamás me he sentido orgulloso. No me creo más macho o más duro por
cagar más alto (literalmente en este caso). Es más, de lo que me sentí orgulloso fue de quitármela casi por completo en
Zaragoza y completamente en Oviedo. Os cuento: 2 viajes aeropuerto de Mbandaka- Cuartel General con materiales y
obreros (con el dolor de posaderas que ello acarrea), 3 rondas de preguntas (con traductor, para asegurarme) sobre lo que
necesitan para el trabajo y si lo tienen, y
tres rondas de respuestas afirmativas con miradas del tipo “ya no soy un
crío, al blanco este al final lo voy a tener que reventar” .Pues bien, Cinco minutos después de bajarme del coche
(cinco minutos, lo juro) allí, me viene un tipo y me dice: no puedo hacer esto porque me falta la herramienta… Oye, y me lo
dice tan pancho!!!!! Ni colorado se
puso!!! (o a lo mejor sí pero como son tan negros no se lo notas). Me pongo yo a refunfuñar por lo bajini
(como decía Nina en el primer Operación Triunfo “controlando pero fluyendo”), me monto en el coche y cuando voy a
salir…. Exacto: otro con el mismo
cuento, y otro como 5 o 6 metros más
atrás que cuando me ve menear los
brazos como los molinos del Quijote se da la vuelta y hace mutis por el foro.
El “mecagüentodoloquesemenea”
dirigido a las alturas se tuvo que oír en Kinshasa. Menos mal que no me debieron entender, porque aquí la gente es muy religiosa, y con eso no se
juega. Mal por mí, no se volverá a
repetir. Y no va a pasar porque al
próximo lo ato al parachoques trasero y lo llevo de vuelta como los vaqueros a
los indios en las pelis del oeste, pero persignándome y rezando dos avemarías
arrepintiéndome de todo.
Una vez deshecho el malentendido (yo
metido cura…. Vaya jaleo!!!!) y prometiendo no volver a dejar estos
“ganchos” para el próximo capítulo sí que quiero contaros un par de cosas. La
primera es deciros que no debéis
preocuparos porque aquí, en Mbandaka, pueda ocurrir algo como lo que pasó en
Nairobi la semana pasada. Alguno me ha llamado, otros me han escrito y fijo
que hay algún whatsapp despistado. Gracias, pero aquí eso no va a pasar nada
por dos motivos. El primero es que si
quieren hacer daño a un montón de expatriados primero tienen que juntarnos a
todos y eliminar a los que son africanos. El resultado, una semana juntando gente de aquí para allá
gastando balas y gasoil para cargarse seis o siete. No compensa. Y la segunda es que quieren repercusión
mediática; por eso eligen un centro comercial judío lleno de europeos y
americanos. Aquí, para cuando quisiera
llegar el primer periodista yo ya me habría
reencarnado dos veces: una en araña muerta a insecticida y espada y otra en
gato (por eso de volver a ser único en la zona que no hay ni uno, oiga).
Esta semana he cumplido mi
primer mes en África, y en la que entra cumpliré mi primer mes en Mbandaka. Eso quiere decir dos cosas: la primera
es que he resistido más de lo que alguno
había puesto en la porra (me decepcionaría mucho que mis amigos no hubiesen
hecho una porra, o al menos se hubiesen jugado una copa entre ellos) y la
segunda es que para lo monótonos que son los días aquí (sábados y domingos
incluidos) a mí se me está pasando
relativamente rápido. En 12 semanas, más o menos, volveré a Burgos y, aunque
parece mucho, si tenemos en cuenta que llevo aquí casi 6 la cosa cambia.
El día a día sigue siendo más o menos el mismo. Esta semana ha comenzado la
“caza del mangui” porque estamos
convencidos de que alguien nos está
soplando gasoil de los depósitos de diesel. No sabemos si la compañía nos
pone menos de lo que nos cobra o algún mecánico se lo lleva a casa (o las dos),
pero las cuentas no salen. El caso es que, hasta
con esto, estoy aprendiendo, aunque sería mejor decir que me están dando
lecciones. Os cuento: yo había visto
unas cámaras de grabación autónomas en el almacén del cuartel general
criando polvo, y le dije al jefe que podíamos hablar con el CITS (sigla que va,
sigla que viene) para instalarlas en los
depósitos y pillar al ladronzuelo. La
respuesta de mi jefe me dejó en el sitio. Me dijo que él no quería pillar al ladrón, que lo único que quería era que no le
robasen gasoil y que no estaba dispuesto a arruinarle la vida a nadie por
dinero. Que a partir de ese día íbamos
a controlar los consumos, las descargas, las existencias, todo; y que
íbamos a hacerlo de manera exagerada
para que la gente se entere de lo que está pasando. Es la forma de avisar a
quien sea que nos hemos enterado, que estamos vigilando y que no queremos que
siga ocurriendo. Si sigue desapareciendo
gasoil mi jefe irá a por el ladronzuelo (si al final lo hay, que yo creo
que sí) pero nadie podrá decir que mi
jefe (que no yo) no le dio la
oportunidad de recular. Y aquí voy yo todos los lunes, miércoles y viernes
detrás de un camión de reparto, bache va, bache viene, con una vara para medir
el nivel de gasoil antes y después de la descarga (metiendo y sacando la vara
haciendo un ritual que ni los chamanes), haciendo fotos a los contadores del camión antes y después de la
descarga, metiendo los datos en el
portátil de manera muy seria y concienzuda y entrando con la música a toda castaña para que se enteren de que voy. Y eso
porque no tengo claxon que si no menudos conciertos!!!!! La verdad es que, de puro exagerado, es un poco grotesco,
pero si sirve para que las cosas vuelvan a su sitio sin joder a nadie pues
tanto mejor. Ahora, si siguen
robando yo mismo me encargaré de decirles cuatro cosas, que me estoy dejando el
culo con tanto bache.
Cambiando de tema, recordareis que antes os he dicho que aquí la gente se toma bastante en serio el
tema de la religión. Todos, sin excepción, en cuanto te cogen un poco de
confianza te preguntan por este tema. Y la pregunta es curiosa. A mí en ningún
caso me han preguntado por mi religión.
La pregunta, que al final es mucho más sencilla, es “Oye, y tú ¿a quién rezas?”. La verdad es que no te vas a poner a
explicar que todos las religiones modernas se basan en u Dios monoteísta que
blablablablabla, fundamentalmente porque no
sé decir monoteísta en inglés, mucho menos en belga, y yo no hablo (ni hablaré)
francés. Mi
respuesta es: “Me?? I´m Catholic. But I don´t pray too much”. Por aquí la
mayor parte son cristianos, pero ni mucho menos católicos. Hay adventistas, evangelistas y toda clase de iglesias acabadas en
“istas”. Lo que impresiona es la manera en la que viven el domingo. Montan unas misas que son auténticos
espectáculos. Y eso sólo lo que se oye desde fuera, porque aún no me he
atrevido a entrar a ningún oficio (no está recomendado y además viendo como lo
viven, dudo que les haga gracia la visita del turista) Gospel en estado puro.
Luego te paras a pensar que muchos de los antiguos esclavos americanos (los
afroamericanos) vienen de aquí y ves todo mucho más claro. Y de misa…. A casa!! Mbandaka está vacía los domingos. Normalmente hay
multitud de motos, bicis y gente andando por la calle a todas horas (de día
lo aseguro, de noche lo presupongo porque como no se ve nada pues hay que
adivinarlo), pero los domingos parece
que el Atlético Mbandakes esté jugando la final de Champions con el Barsa
(ganándola, claro) o con la Recopa con
el Zaragoza (perdiéndola, por supuesto). Aquí hay mucha afición al Real
Zaragoza, ¿no os lo creéis? Mirad:
IMAGEN: TÍPICO
MBANDAKÉS A LA SALIDA DE LA IGLESIA.
Vale. La foto,
que muchos conocéis, no está tomada en Mbandaka, sino en Kenia, pero si quiero
convertirme en el Federico Jimenez Losantos de África, alguna bola tengo que
meter, no???
Hablando de fútbol una última cosa que quiero contaros hoy (Como lo hilo,
Dios mío, como lo hilo!!!!) es el gran
éxito que tienen las camisetas de fútbol por aquí. Es una pasada. No se las
quitan (literal) así que llevar camisetas del Real Madrid tiene un mérito como
hay pocos. Es divertido porque de este modo tengo perfectamente localizados a Diego Milito (del Inter) que tiene una
bici-taxi, a Messi (hay varios pero
mi preferido es uno que es igual de alto que él), a Cristiano Ronaldo (o tal vez sea el otro Ronaldo, que fuerte está
el tío que la lleva), a Kaká (hay
dos o tres, lo juro), y así un montón más. La palma se la llevan los equipos
ingleses, después los españoles (hay un Torres con la camiseta de España
acarreando tierra el pobriño) y después los italianos. ¿Mis preferidos? Lo tengo clarísimo. Son tres, a partes iguales:
Rooney, Ozil e Iniesta. Ver las camisetas de tíos tan blancos en cuerpos tan
negros os aseguro que me pone una sonrisa de oreja a oreja. ¿Seré un poco
cabrón? ¿Será el contraste? ¿A vosotros os ha salido una sonrisilla? Si os
ha salido, por pequeña que sea, dejo de preocuparme.
Eso era lo último, pero hoy jueves, me
acaba de pasar algo que me ha dejado un poco tocado. Este post era alérgico a la moralina pero al final
vais a tragaros una ración (luego me entrará el bajón cuando vea que cada
vez lo leéis menos pero se me estará bien empleado por petardo) No sé cómo
explicarlo, pero voy a intentarlo. Hoy me tocaba vacuna de la Hepatitis B y
había quedado en ir a las 9 a ponérmela. El
caso es que el Doc que tenemos en Mbandaka, Luc (de apellido Victor, no
Skywalker) (de segundo no lo sé, pero no Domingo “Wikipedia”) estaba en la
consulta con uno de nuestros trabajadores nacionales. Moquechu (se llama así, no es culpa mía) tiene un hijo con un problema de salud crónico y fue a la consulta
del Doc para ver si le podía ayudar con
los medicamentos. La sorpresa fue tanto que no pudiese darle los medicamentos (eso no me extraña, me parece
hasta normal dentro de lo que cabe, y más teniendo en cuenta la mentalidad
estadounidense de esta “empresa”) sino que ni
siquiera los tuviese disponibles. Además, la caja cuesta 20$ y necesita 5
cajas al mes… Haced cuentas… La MITAD de
su sueldo (y es un privilegiado por trabajar aquí, si no hablaríamos del DOBLE
de su sueldo). Además aquí en
Mbandaka, olvidaros de encontrarla, tiene que ser o en Kinshasa o Entebbe. Esto
nos lleva al segundo problema: ¿a quién
le confías ese pastizal (es un pastizal para ellos, recordadlo) para que compre lo que tu hijo necesita?
Se me ha quedado mal cuerpo toda la mañana, más cuando Luc me ha dicho que pasa más a menudo de lo que creo, y más
cuando me ha dicho que no podemos hacer nada. Vaya mierda más gorda!!!!! En fin, como mal menor y para limpiarme un poco la conciencia (creo que sobre todo
para esto último, lamentablemente) he ido a casa, he cogido el botiquín que mi
hermana y la Seguridad Social me prepararon (mi hermana marcó los objetivos
y la Seguridad Social puso las recetas)
y se lo he llevado al Doc para que le dé un buen uso (el Ibuprofeno se ha
quedado conmigo, sin él me siento como desnudo…) En Enero cuando vuelva a
España volveré a cargar (hermana vete apuntando). Mientras tanto, habrá que buscar un poco de suerte para que
no eche de menos el ciclofoxacino, el tanagel, el omeprazol…. Eso y no cabrear
al de arriba para que no me mande una gripe (con el aire acondicionado de
la oficina no la descarto). Otro motivo
más para dejar de “rezar” ¿verdad? Hasta en la moralina no puedo dejar de
decir gilipolladas. Va a ser que no
tengo arreglo.
UN ABRAZO A TODOS!!!!
No todo pueden ser risas ( que en este me he reído unas cuantas veces) estas en un país que necesita ayuda y es normal que veas ese tipo de casos, eso no quita que para gente como los españoles donde ir a la farmacia es como ir a la panadería nos sorprenda y si tenemos conciencia ( que la tenemos) nos deje muy tocados....Y para que no te entre la gripe ya sabes abrígate con esa chaquetita burgalesa que todo el mundo sabemos que tienes una aguardada.....
ResponderEliminarPreocupada me tenias con lo de rezar jajaja yo decia, aym que le habra pasado a éste xa que haya vuelto al rosario!
ResponderEliminarTu no te preocupes por los medicamentos, que hago campaña con mis amigas enfermeras y entre todas ya pensamos en que puedes llevar que les sirva xa alli, seguro que hierro necesitan por el tema de las anemias y demás.Un muuass enorme tatito.