LA CUARTA: PASEANDO POR MBANDAKA

El paseo (I y II)

El fin de semana al final ha sido productivo. Es domingo, son las 10 de la noche y no sé qué ha hecho España, Alonso y si somos olímpicos (apuesta personal es que nos han hecho la pirula olímpica, que España ha ganado justita y que Alonso… En fin, segundo o tercero). Y la verdad es que, un poco, me la suda. Mañana por la mañana llegaré al HQ (que sí pesaos, que suena raro pero si se llama así yo que queréis que le haga) y lo miraré en internet.

Pero los dos paseos que me he dado por Mbandaka este fin de semana no han tenido desperdicio. El primero me lo di el sábado por la mañana con mis compis Allan y Angela y fue una vuelta por la zona paseable de Mbandaka (paseable quiere decir que es la zona por la que nos dejan andar de día y con más cuidado que Darek en una despedida de soltera) y no pude dejar de sentirme raro.

Raro por dos motivos: el primero es obvio; el hecho de ser el único blanco que andaba por la mañana por las calles de Mbandaka hacía que la gente se me quedase mirando, incluso girando la cabeza para verme cuando me adelantaban con las bicitaxis o las mototaxis. Casi provoco un accidente de ciclista atropellando niña por culpa de eso, así que la próxima vez saldré más tapado. No puedo decir que me haya sentido incómodo, ni molesto, ni nada por el estilo, pero tenía una sensación de bicho raro que no me la podía quitar del cuerpo. No he pasado miedo, ni mucho menos; la gente cuando ve algo extravagante se gira a mirar, y hay que reconocer que, desde luego, un blanco andando por Mbandaka a las 7 de la mañana es algo extravagante. Tías buenas que paseáis por el mundo, tengo un mensaje para vosotras: ahora sé exactamente cómo os sentís!!! Bueno, realmente tengo dos mensajes: el segundo es que aunque me solidarice con vosotras como se os ocurra cruzaros conmigo me seguiré girando a veros (y a deciros eso de “Ay si voy con lo que te doy” bajito, para que  no me oigáis)

El segundo motivo es el que me ha causado una cierta desazón: paseando me he dado cuenta de que en esta ciudad, no hace demasiado tiempo, se disfrutó algo muy similar al progreso. En el camino encontré farolas oxidadas y dobladas, postes de luz y teléfono sin cables y prácticamente en el suelo, centros de transformación construidos en el año 2001, decenas de edificios oficiales cerrados a cal y canto y muriéndose por la falta de mantenimiento; e incluso, el colegio de Mubutu Sese Seco, uno de los presidentes que más tiempo ha estado por aquí, cerrado como todos los demás, colegio de curas católicos inclusive. Lo que he pensado es que la gente de mi edad que vive en Mbandaka ha conocido un tiempo donde sus calles estaban asfaltadas, sus calles tenían luz y supongo que no dependían de generadores para poder ver por la noche. Incluso he visto un depósito gigante de agua que hoy sólo alberga antenas de telefonía. No sé, no voy a ir de cura de pueblo hablando de las maldades de la guerra y del alma humana, pero tiene que ser jodido que en una zona más bien tranquila como esta las consecuencias de lo que pasó hace casi 6 o 7 años se noten, y se vayan a notar durante 15 o 20 años más. Por cierto, un dato: en el paseo he visto tres tiendas de ataúdes; en las tres había más ataúdes de niño que de adulto, pero con diferencia.

El segundo paseo ha sido el domingo al mediodía y lo he hecho, en plan machote, yo solo. Había quedado con dos compañeros a comer en un restaurante que está a la orilla del río Congo (por cierto, pedazo de río) y en vez de esperar  a que me viniesen a buscar he decidido ir directamente allí. Ha sido divertido, no sólo porque se repetían las escenas de incredulidad sino porque todas las motos y bicis que hacen de taxi aminoraban la marcha hasta el mínimo cuando llegaban a mi altura. Al principio me he asustado un poco pensando que iban a robar o a dar un palo por detrás.. Paranoias puras!!!! Sólo querían que los llamase para que me llevasen a donde tenía que ir en bici o moto. Luego había gente que me gritaba MONUSCO, MONUSCO (o eso creo) seguido de cosas en francés, que como comprenderéis, no he entendido, así que me limitado a sonreír y seguir caminando.

En cuanto tenga la oportunidad os enseñaré las fotos del sitio donde he comido, el río Congo impresiona. Pararte delante de él es tener la impresión de que estás delante de un mar enorme, sólo que al fondo, muy al fondo hay árboles, y la corriente no va hacia ti sino hacia el sur. No sé escribirlo, pero impresiona.

Al final de la tarde he estado en el parque botánico de E´Eala. Se trata del parque botánico más grande de África. Sólo mide 300 hectáreas, y tiene 47.000 especies de plantas (a mí me parecen demasiadas pero como no tengo internet no puedo comprobar el dato, así que ya sabéis, vosotros que podéis a Wikipedia a buscar Parque Botánico de Mbandaka). El caso es que el parque este era donde veraneaba Mubutu y como todo lo anterior, en su día debió ser impresionante. Constaba de una avenida principal (avenida, avenida) que ahora es un camino de tierra bastante practicable con árboles enormes en los laterales y calles que salían de los lados de las avenidas donde hay paseos con plantas con indicaciones  de su especie. El parquecito ahora lo mantienen los de WWF (World Wildlife Foundation, no los luchadores de Wrestling americano, garrulos) y el gobierno local .Este acuerdo de colaboración lo que quiere decir es que WWF realiza el mantenimiento del parque y que el gobierno pone un soldado en la puerta que te cobra 2$ por entrar (supongo que  un dólar y medio va para su bolsillo y el resto al gobierno). Al final de la avenida llegas a un meandro del río Congo justo donde se le une  otro río de cuyo nombre ahora no me acuerdo (Wikipedia, muchachos, no os lo voy a dar todo hecho) donde se puede uno tomar algo a precios asequibles (6$ 6 consumiciones, para que os hagáis una idea) y echar la tarde entera viendo el río y a la gente remontándolo con sus cayucos llenos hasta reventar. De eso, por supuesto, no hay foto. Bastante tienen que llevar ellos encima remontando desde vete tú a saber dónde como para que encima el europeo los tome fotos como si fuesen monos de feria.

He tenido que parar de escribir a mitad del párrafo porque he sufrido el ataque de un cruce entre polilla y cucaracha de un dedo de largo. Pero no de un dedo normal, no. Un dedo de esas manos que las ves y piensas mejor que me una patada en el almacén de la genética que un tortazo. En fin, mi amigo Baygon, ha obrado el milagro. Pero creo que el siguiente en caer seré yo… La he descargado el bote entero!!!!

Ah!!!!! Con el puto ataque coleóptero casi se me olvida… Volviendo a casa en el 4x4 el jefe ha puesto música y ¿Qué ha puesto, entre otras? Rivers of Babylon!!! Alguien da más??

Seguiré escribiendo, y colgándolo cuando pueda. No sé si a vosotros os gusta, pero a mí me divierte, así que cumple con mis expectativas.

CIAO!!!!!!!

PD: el viernes vi en el Diario de Burgos la flamante actuación de mi amiga Laura del Río como Juana la Loca….  Que Pilar López de Ayala!!!! La que vale es esta!!!