sábado, 7 de septiembre de 2013

LA TERCERA: CARRETERAS COMARCALES.


Septiembre de 2013, o como darse de morros con la realidad.
La semana empezó más bien mal. El hotel de Kinshasa me ha dado un cambiazo de tres pares de cojones. Llevaba yo mi pasta y la primera paga de Naciones Unidas en el bolso y en efectivo (la primera paga es el equivalente a 3 veces lo que ellos llaman coste de la vida), vamos unos 6000 $, y decidí que, estando como estaba en una de las ciudades más peligrosas del mundo, lo “inteligente” era diluir el riesgo, y consigné 2000 $ en el hotel. Mi pensamiento…. Si me roban a mí me queda lo del hotel y si me roba el hotel tengo el resto. Mi parte no la tocó nadie, lo cual era difícil teniendo en cuenta que lo guardé como nuestras abuelas (preto, preto en la pechera) , pero en el hotel decidieron cambiarme 3 billetes de 100$ del 2006 por 3 del año 1996 que tienen una mala pinta que para qué os voy a contar. El problema fue que cuando me lo devolvieron, en recepción, entraba y salía gente constantemente y decidí no hacer alarde de pasta delante de todo el mundo con lo que conté 20 cabezas de Franklin y a la habitación. Ya veremos pero es posible que sea 200 € más pobre. Cuando llegue a España intentaré cambiarlos y si me los admiten la fiesta va a ser de no te menees!!!!!.

La llegada a Mbandaka fue de lo más pintoresca. Su aeropuerto internacional es una nave que se cae de vieja  (se cae, lo he descubierto luego, no os digo más que MONUSCO está preparando una terminal propia) y la pista me dio la impresión de que tenía alguna zona “deficientemente pavimentada” (vamos, con baches para bañar bebés) con lo que aterrizar y coger las maletas (30 kilazos pesa la mía, 10 más que alguno de los que me la transporta) fue una experiencia entre interesante, divertida y preocupante.

Una vez me hubieron recogido mis nuevos compañeros (una Ghanesa llamada Angela y un Haitiano que se llama Allan) descubrí que aquí, en Mbandaka, se habla fundamentalmente francés, luego lingala y luego inglés. Lo bueno es que en Naciones Unidas dan clases de idiomas así que en tres meses tengo que saber francés como sea (no lo contéis por ahí, lo hablaré en Mbandaka y en la intimidad, pero esto último muy poco).

Mis compañeros…. Buena gente. Angela es UNV como yo (becario, para entendernos). Si no es por ella, no hubiese dado pie con bola. Me ha buscado la casa, me ha abierto las cuentas de correo, de banco, me ha explicado las nociones básicas de la vida en Mbandaka, me lleva y me trae, como su nombre indica para mí ha sido un Ángel (chamuscado, pero ángel). Tiene dos niños de 3 y 6 años con los que habla por teléfono en cuanto tiene un momento libre, lo que me lleva a asombrarme de lo que la gente es capaz de hacer por sacar adelante a la gente que quiere.

Allan, mi jefe, es un haitiano cincuentón que trabaja para Naciones Unidas desde la guerra de los Balcanes y que se ha recorrido sitios tan turísticos como Mostar, Darfur, Goma y Beirut. Las historias que le he oído contar esta semana amortizan muchos de los momentos duros que me está tocando vivir. Y es que Allan no tiene la imagen de los cooperantes de las pel'iculas (1,90, ojos azules, macho machote...) pero no le llegaremos ninguno de nosotros a la suela del zapato en la vida. La serenidad con la cuenta historias que ponen los pelos de punta, la claridad con la que analiza  la vida y la gente en los sitios donde ha estado, la manera de tratar a la gente (superiores, iguales y subordinados) y la forma de trabajar son algo que sólo se logra habiendo vivido mucho, y bien. Y eso es algo a lo que me temo los demás llegamos tarde.
Mi trabajo…. Voy a encargarme del mantenimiento de las instalaciones de Naciones Unidas en Mbandaka que, a saber, son: El Cuartel General (vale, a mí al principio también me sonaba raro, pero me voy acostumbrando), la Base 2, la base del batallón de soldados de Ghana, la terminal del aeropuerto, el propio aeropuerto, y las instalaciones de las agencias de la ONU: UNCHR (ACNUR) UNICEF  el WFP (Programa mundial de alimentos) y alguna más que fijo que está pero aún no conozco.

Aunque parece divertido debéis tener en cuenta de que en Mbandaka no hay agua corriente ni electricidad, lo que conlleva, entre otras cosas, el mantenimiento de treinta y tantos grupos electrógenos y el suministro de agua a las instalaciones (potable y de boca) y de combustible a vehículos y grupos. Bueno, además hay que mejorar las instalaciones (nueva sala de conferencias en HQ, nuevos baños en ACNUR, la nueva terminal, la ampliación de la pista de aterrizaje, la nueva zona de carga y descarga….). Ah!! La coordinación de limpiadoras, cortadores de césped, electricistas, carpinteros…  Espera!!! Proyectos de colaboración con las autoridades locales como ejecución de pozos de agua, baños en escuelas, ELECTRICIDAD EN EL HOSPITAL MATERNO DE MABANKA (increíble, pero cierto, no hay luz en el hospital de una ciudad con un millón de almas. Por aquí andan también los de MSF, otros que se merecen un monumento). Y ya!! Ah!! Angela se pira a Beni en una semana y Allan ha pedido destino (debe ser que como aquí no hay tiros ni controles de grupos raritos se aburre y en 8 semanas se pira). Y yo sin hablar francés…. Ay madreeeeee!!!!! Todo esto en Francés, porque no hay otra manera de entenderse con los lugareños…. Mal pinta!!

¿Cómo es la vida por aquí? Pues aburrida, porque de momento (llevo 6 días) no conozco demasiado a nadie, y tampoco podemos movernos libremente; la oscuridad de las calles de  Mbandaka asusta, os lo aseguro, y a las 6 de la tarde es de noche.  Además aún no me han dado la tarjeta para conducir vehículos todoterreno (aunque aprobé el miércoles el examen para conducirlos) con lo que no me puedo mover más que del curro a casa y de casa al curro. Por lo demás, como os he dicho, no hay agua ni luz así que me ducho con agua que me suben todos los días en un cubo y que tengo que purificar para poder lavarme. En cuanto a la luz de 18 a 22 hay un generador, por lo que a más tardar a las 10…. a la piltra¡¡¡¡. No viene mal porque a las 6 de la mañana ya es de día así que no se puede pegar ojo. Por lo demás como en la cantina del curro (arroz, huevos, salchichas y agua, mucho agua) porque no puedo cocinar (pensadlo bien… ¿Por qué?... El que se haya dado cuenta que sin luz no hay frigorífico que se apunte un gallifante) y bebo el agua que nos da Naciones Unidas para consumo (1 botella cada día). La casa me la limpian todos los días, y he contratado a alguien para que me lave y planche la ropa todas las semanas…. Becario con maneras de señorito!!!

¿Y yo como estoy? Pues la verdad es que bien, no me puedo quejar. Conforme van pasando los días me voy acostumbrando a este ritmo de vida aunque reconozco que el primer día aquí me agobié un poco y se me saltaban las lágrimas como a un chiquillo. Escribo mucho, leo más y tengo también tiempo para pensar. El problema de pensar es que no siempre piensas en lo que tú quieres y a veces se me cuelan cosas tristes. Pero forma parte de este viaje sentirse triste y no es malo. Lo malo sería no estar triste; significaría que lo dejado atrás no tiene valor alguno y que lo vivido hasta ahora no me ha hecho disfrutar. Sentirse triste es estar vivo y haber vivido, y por eso me alegra (aunque suene raro) estar triste de vez en cuando.

Al final esta curva se ha convertido en una chapa de cuidado, y el final lacrimógeno no es lo que quiero que sea el espíritu del blog (mucha risa, y poco llanto) así que, para acabar en todo lo alto os cuento una muy buena. He mandado un mail a la embajada de España en Kinshasa informando de mi presencia en Mbandaka a lo que la respuesta ha sido: Gracias, debido a la situación del país es recomendable tener localizados a los españoles. Si puede nos manda usted una copia de su DNI. Por otro lado, si quiere “empadronarse” debe traer la copia del DNI y firmar no sé qué papel personalmente en Kinshasa……. Uhmmmmmm????? El funcionario este no se hado cuenta de que he puesto que estoy en Mbandaka??? Que Mbandaka-Kinshasa son unos 600 km de carretera??? Y si le decimos a él que para empadronarse en Cádiz debe ir personalmente al registro de Coruña dando una vuelta de 400 km por el centro de Mondragón ondeando la bandera del aguilucho y con la canción de los Nikis a toda ostia??.... Total, que me quedo empadronado en Burgos!! Burócratas!!
La próxima curva más!!
Pd: me he informado mejor: si bajas por el río Congo en “convoy” Mbandaka-Kinshasa son sólo tres días (si llegas; puedes hundirte, o ser robado o sodomizado….)

Pd 2: he tardado exactamente 1 hora y media en abrir la página de blogger con el pincho de internet móvil que me he comprado…. Así que fotos ni una!!!!!

2 comentarios:

  1. Hola Diego, lo primero mucho ánimo. Lo segundo, me gusta como escribes así que seguiré tu blog para ver que peripecias te van pasando. Piensa que va a ser una gran experiencia para tu vida y que seguro que te aportará cosas increibles. Un besito muy fuerte y prometo escribirte para que no te aburras.

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  2. Pero Diego!!!!!!!! Donde te has ido !!!!!!!
    Y encima te has vuelto escritor, nada de aquel Diego de "rubitaaa".
    Te deseo mucha suerte en esta aventura, que hay que tener narices por no decir otra cosa, ya sabes que yo soy muy fina.
    Un abrazo fuerte
    Montse

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